Voceros de las víctimas del CAI San Mateo de Soacha denunciaron que tres de los sobrevivientes que aun reciben tratamiento para la curación de sus quemaduras fueron llevados a centros de reclusión y no cuentan con garantías para su recuperación, mientras los policías acusados de ser responsables del incendio gozan de casa por cárcel.
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Continúan las peticiones para esclarecer los hechos en los que ocho personas perdieron la vida el 4 de septiembre de 2020 a causa de un incendio en el CAI de San Mateo. A esto se suma que ahora los familiares de los sobrevivientes dicen que no se les está dando un buen trato.
Carolina Ordóñez, madre de una de las víctimas, denunció que “hay tres chicos que están vivos y con unas quemaduras de un 45, 47, 49% de sus cuerpos y han perdido funcionalidad en sus extremidades, ¿cómo es posible que ellos estén en unos centros de retención?”.
El concejal Diego Cancino afirmó que los detenidos no han recibido atención médica y aseguró que al parecer esta semana, de manera irregular, "se llevaron a uno de los muchachos al que le iba a amputar la pierna".
Se ha dicho que desde lo legal esta situación solo puede darse si los reclusos completaron su fase de recuperación. Si los tratamientos no se han culminado, puede catalogarse como una acción contraria a la ley.
Una cárcel de Girardot, una estación de Ciudadela Sucre y una UPJ de Quintanares en Soacha son los puntos donde están los tres sobrevivientes, acusados de delitos como robo agravado, acceso carnal y porte de armas y estupefacientes.
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