En este capítulo hablaremos sobre Bogotá Debate, programa que ha comenzado a transmitirse los jueves, a las ocho de la noche, en la franja de opinión de Capital sistema de comunicación pública. Bogotá Debate es un programa para darle voz y reconocerle su rol democrático a un actor político esencial en la vida de la ciudad: el Concejo de Bogotá.
El Concejo es un escenario político en el que los concejales y concejalas a quienes elegimos en las urnas, toman decisiones sobre nuestras vidas como personas y como sociedad.
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Bogotá debate es una oferta de capital sistema de comunicación pública para tomarle el pulso al rumbo de Bogotá-Región, desde la visión y el trabajo de los concejales y concejalas, desde el ejercicio del control político a la Administración Distrital y el trámite de los proyectos de acuerdo.
En Bogotá Debate, nuestras audiencias escuchan a los concejales y concejalas que ustedes eligieron, pero también a los de otros partidos o bancadas.
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Con ellos, de viva voz, tomaremos nota de los asuntos que debaten y sobre los cuales se toman decisiones que nos benefician o nos afectan a todos o algunos de nosotros.
Según el informe de desarrollo humano ‘Bogotá, una apuesta por Colombia’, desde la expedición del Estatuto Orgánico de Bogotá en 1993, la forma del gobierno de la ciudad ha privilegiado el poder de la alcaldía sobre los demás actores políticos.
Se mantiene una concentración de funciones y el peso institucional en cabeza de la Alcaldía. Aunque el esquema ha permitido la formulación y ejecución de políticas públicas de interés general, ha afectado el papel pluralista y de control político del concejo distrital.
En la práctica, ocurren varias cosas:
- La oposición queda eclipsada ante el poder de la alcaldía que puede establecer prioridades en la provisión de bienes públicos distritales.
- Hacer oposición da muy poca o ninguna rentabilidad política para los partidos o movimientos y para sus electorados.
- El control político no se basa en controversias programáticas entre el gobierno y la oposición sino a partir de preocupaciones particulares o de grupos específicos de electores cautivos.
- El control disciplinario de la Personería y de la Contraloría, adquieren más interés que el control político del concejo, sobre todo porque prevalece el concepto del castigo sobre el concepto dela prevención.
- Se subestima el papel del concejo y de las juntas administradoras locales y se deteriora su capacitad para recoger y tramitar las demandas ciudades de interés general para la ciudad.
Con esa visión, el defensor de audiencias nos convoca en este capítulo a reflexionar sobre nuestro papel como sistema de comunicación pública, en el cubrimiento de un actor político tan importante. Y por eso, ha invitado a Alejandro Pino Calad, director de Bogotá Debate, nueva oferta en la franja de opinión de Capital.
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