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viernes, abril 26, 2024

Mas allá de las montañas

En las paredes de su sala, en un pequeño apartamento en Chapinero, María Alejandra Martínez, una mujer trans, tiene colgados varios diplomas que la certifican como deportista licenciada en educación física y fisioterapeuta profesional.

Maleja, como la llaman cariñosamente, posa orgullosamente sosteniendo una chaqueta amarilla que en la parte de atrás, en rojo y en mayúsculas, dice "COLOMBIA". La prenda que tanto la enorgullece la certifica como miembro de la liga de montañismo nacional.

"Déjame me la pongo y me tomas una foto. Me la pasas para tenerla en el celular", dice.

Esta "Princesa Guerrera", como dice uno de los muchos certificados que tiene, se convirtió en la primera mujer trans en representar a Colombia en la liga femenina de montañismo. Por eso, diariamente se levanta muy temprano a entrenar. Su actividad se basa en hacer rutinas de atletismo que le dan la resistencia necesaria para subir las montañas. Luego, cuando regresa a su casa, organiza todo y cocina. Es obsesiva: pesa todo lo que se come. Sabe lo importante que es la alimentación para alguien que realiza un deporte de alto rendimiento.

Desde niña practicó varios deportes. En aquellos tiempos de infancia acompañaba a su papá, un hombre de campo, a muchos de los viajes que él realizaba. En esas travesías ratificó su amor por la naturaleza, en especial por las montañas. Esto sin duda, fue el inicio de su carrera como escaladora.

Años después y con una carrera más firme como deportista y profesional, tuvo la oportunidad de trabajar en el Instituto de Recreación y Deporte (IDRD). Allí ayudó a crear un proyecto para deportes extremos en Bogotá al darse cuenta de que no existía formalmente.

Una vez armado el proyecto, se sorprendió con la cantidad de personas que, al igual que ella, le apasionaban los deportes de alto riesgo. De paso, fue una de las primeras en sembrar la semilla del montañismo en Colombia. Tanto así, que fue escogida para participar en una escalada deportiva femenina de los juegos 2020-2021 que serán en Alabama, Estados Unidos.

Para cumplir ese objetivo, Maleja se sometió a estudios médicos que comprueban que sus niveles de testosterona están en las condiciones adecuadas para participar en la competencia. También acudió a fisioterapia debido a las dos lesiones que sufrió durante su carrera: la rotura de un tendón y la de un ligamento cruzado, le dejaron cicatrices en sus rodillas que la acomplejan un poco.

A pesar de los contratiempos, muchos jóvenes se acercaron a ella y creyeron en sus iniciativas y metas por lo que decidió hacer exhibiciones en la ciudad. Entre las primeras hazañas que realizó fue la de lanzarse en caída libre desde la torre Colpatria de Bogotá. Tanta fue la atención que atrajo, que luego fue invitada para que hiciera actividades similares en otras ciudades del país como Medellín, donde se lanzó de la torre Coltejer. También estuvo en Cali, Bucaramanga y en el Cañón de Chicamocha.

A pesar de las grandes victorias que han significado sus hazañas como deportista, para Maleja no todo ha sido felicidad.

Hace más de dos años no ve a sus familiares. Dice que los extraña pero que fueron ellos quienes decidieron alejarse. A su madre le desea lo mejor con voz entrecortada. Sabe que a través de los rezos la acompaña y espera algún día abrazarla y decirle lo mucho que la ama. A sus hermanas, quienes le dieron la espalda por completo, les desea que sean felices. No le gusta hablar del tema aunque dice que siempre estará dispuesta para recibirlas y darles un abrazo.

El corazón de Maleja no guarda rencores, no le gusta hacerlo. Cree en Dios. Las imágenes que guarda en su casa lo evidencian. Ese Dios fue el mismo que puso en su camino, sin esperarlo, a Endry Cardeño, una actriz trans colombiana, que le dijo unas de las palabras más poderosas que jamás había escuchado.

"Monita, tienes que empoderarte. Victimizarte solo hace que el imaginario social que existe sobre nosotras cada vez tome más fuerza" - recuerda Maleja.

Maleja está replicando ese mensaje que algún día recibió. Cree que a través de la educación y el deporte se pueden cerrar esas brechas de discriminación que existen hacia la comunidad trans en la ciudad y el país. Dice que los derechos como comunidad son atropellados, que pocas son las oportunidades, pero cree que solo con cambiar muchos discursos, se puede vivir en una sociedad que tolere de mejor manera las diferencias. Considera que lo que ha hecho hasta el momento ha servido para construir país. Su comunidad la respalda y cree que la mejor forma de retribuir ese apoyo es representándola de la mejor manera.

Por ahora, Maleja sigue su vida como deportista. Sabe lo importante que es su participación en el deporte y más cuando los colores que representa no son solo los de su país, sino los de toda una comunidad de la que mucho ha aprendido.

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