Hace seis años en el Teatro Colón, el país se vistió de esperanza y de regocijo ante la firma del acuerdo de terminación del conflicto, que duró más de 50 años, con la entonces guerrilla de las Farc.
Hoy, de nuevo, una negociación con el ELN abre las puertas a la posibilidad de una paz total.
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El gobierno del presidente Gustavo Petro, con la apertura de los diálogos con la guerrilla del ELN, tiene como referencia el trasegar de la negociación con las Farc para aprovechar los principales elementos que llevaron a la desmovilización del grupo insurgente.
“La evaluación de estos seis años del Acuerdo es que la guerra continuó”, sostuvo el presidente, Gustavo Petro.
El actual gobierno aplicará lo aprendido con las Farc. Habrá especial cuidado en todo lo que tenga que ver en la financiación de la guerra por parte del narcotráfico.
“La terquedad de no reconocer su fracaso y de mantener una prohibición, hace que las mafias cada vez se vayan quedando con territorios, con países”, agregó Petro.
Sin embargo, el presidente también advierte acerca de la actitud del gobierno saliente para no concretar lo que se acordó con las Farc.
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“Lo que yo he encontrado en realidad es la intención premeditada de no cumplir los Acuerdos de Paz firmados hace seis años”, concluyó el presidente Petro.
Los diálogos de Caracas hacen parte de la política denominada paz total, que consiste, entre otros escenarios, en llevar a la desmovilización y sometimiento a todas las organizaciones armadas ilegales del país.
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