Con éxito se realizó el primer trasplante de corazón artificial a una niña de 10 años en Colombia.

Karol Mariana es una bogotana que, según los especialistas, tenía una última esperanza de vida si su corazón lograba ser trasplantado.

Cuando Karol tenía 6 años, ella y su familia luchaban contra el cáncer: la vida les puso una prueba más.

"Todo empezó en el 2015 con un sarcoma en el hígado donde fue tratada aquí en la fundación, y debido a la quimioterapia se presentó un efecto secundario que fue una cardiopatía dilatada y le afectó el corazón", aseguró Liliana Castellanos, madre de la paciente.

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En ese entonces, los especialistas indicaron que la última esperanza de vida era contar con un corazón artificial. El 15 de marzo fue remitida por la EPS Capital Salud y fue trasladada en una ambulancia aérea a Bucaramanga.

"Los doctores me trataron muy bien, eran muy específicos con lo que iban a hacer, y en el avión también, todos me atendían y me daban lo que necesitaba", señaló la paciente.

La cirugía, que tardó cerca de 8 horas e implicaba un procedimiento de supremo cuidado, logró cambiarle la vida.

"La cirugía duró más o menos 7 u 8 horas. La cirugía consiste en entrar dentro del tórax de ella, conectar la circulación de ella a un aparato que permita trabajar sobre el corazón sin que ella fallezca. En el corazón hacer un agujero, en la punta del corazón, y a través de ese agujero conectar el corazón artificial dentro del corazón", explicó Leonardo Salazar, director del programa Corazón Artificial de la Fundación Cardiovascular.

Karol, en medio de un buen sentido del humor, se siente feliz y satisfecha por el resultado obtenido:

"Es una alegría para mi familia tenerme aquí de vuelta y con otra oportunidad de vida (...) pues yo digo que soy corazón bumangués y de personalidad bogotana", puntualizó la paciente.

De esta manera, Karol se convirtió en la primera paciente colombiana de 10 años en ser trasplantada con un corazón artificial.

"La oportunidad que ella necesitaba para poder hacer todas sus actividades normales para poder estar tranquila para poder regresar al colegio para poder regresar con su familia y tener una vida normal", aseguró la madre de la menor.

Aunque físicamente su corazón es uno nuevo, espiritualmente es el mismo, el de una niña que ha librado grandes batallas y que agradece poder vivir.

Por: Natalia Valencia

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