Fotografía tomada de la cuenta de Twitter @everthbustamant.

En el especial de Capital “30 años de la Constitución del 91, la promesa congelada”, han participado diferentes personajes que hicieron parte de la construcción de la Constitución de 1991, quienes nos han contado las historias, retos, aciertos y desaciertos de ese proceso constituyente que ya cumple 30 años.

En esta oportunidad, conversamos con Everth Bustamante García, exguerrillero; abogado y senador por el Centro Democrático en el 2014, sobre la Asamblea Constituyente nacida de diferentes procesos sociales, como la Séptima Papeleta, y que a día de hoy sigue enfrentándose a un sinfín de obstáculos.

La Constitución del 91 nace a raíz de una difícil realidad en la que se encontraba el país, compuesta principalmente de violencia por el narcotráfico, paramilitarismo, grupos guerrilleros, debilitamiento en las instituciones del Estado y descontento de la opinión pública.

Hacia el año 1990 todas esas problemáticas, denunciadas por abundantes movimientos protestantes, en su mayoría estudiantiles, se cristalizaron en una nueva constitución que cambiaba por completo las estructuras constituyentes vigentes desde 1886 y que eran de corte conservador.

“Los estudiantes de la época, quienes conscientes de ese grado altísimo de fraccionamiento del país, empezaron a plantearle a la sociedad colombiana la necesidad de acercarse a una solución por la vía pacífica y la adopción de una nueva constitución”, sostuvo Bustamante, quien contó que fue así como se promovió la Séptima Papeleta.

Esta nueva Constitución trajo consigo cambios positivos para el país, como, por ejemplo: el cambio de Estado de derecho (en la Constitución del 1886) a Estado social de derecho (en la Constitución de 1991), lo que hizo énfasis en las desigualdades que vivía, y todavía vive, el país en materia social y económica.

Otro de los ejemplos, es el aumento de derechos fundamentales de la ciudadanía; que para la Constitución del 86 eran 37, y que con la nueva Constitución del 91 ascendieron a 87. Con la tutela como uno de los más innovadores e importantes.

¿Está de acuerdo con una nueva Asamblea Constituyente?

Varios sectores políticos y sociales han propuesto que se hagan cambios estructurales a la Constitución de 1991, mediante una nueva Asamblea Nacional Constituyente. Uno de esos grupos, precisamente, es el partido político Centro Democrático; en donde Everth Bustamante militó como senador.

“Habría que invitar a estos sectores a que relean en primer lugar la Constitución; en segundo lugar, que refresquen el contexto en el que se adoptó la Constitución en el año 91. Y, por supuesto, decirles que las soluciones no están en el texto, las soluciones están en los desarrollos de los textos fundamentales. Las constituciones son principios que hay que desarrollar”, contestó Bustamante.

En síntesis, para el abogado y exsenador, el país debe apuntarle al cumplimiento de las normas y leyes estipuladas en la Constitución por sobre un cambio estructural de dichas leyes.

¿Qué tanto conserva su espíritu la Constitución del 91, a pesar de todos los cambios que se le han hecho?

A lo largo de los 30 años desde el nacimiento de la Constitución del 91, se han presentado diversos debates constitucionales respecto a temas como la extradición, la reelección presidencial, la reforma a la justicia, entre otros. Y todos esos debates, lógicamente, han derivado en cambios en la Constitución que desdibujan un poco el espíritu con el que esta nació.

Sobre esto, Bustamante comentó: “Yo creo que no ha habido una asimilación suficiente del sentido profundo y del espíritu de la Constitución del 91 y eso lleva a distintos sectores a plantear que es necesario revisarla, a plantear que es necesario convocar una nueva Asamblea Nacional Constituyente y adoptar una nueva constitución”.

¿Cuál fue la deuda de la Constitución del 91?

“Los colombianos tenemos una tradición cultural y una tendencia a creer que las reformas constitucionales o las constituciones son las que producen los grandes cambios, los cambios en un 100 %, y eso es parcialmente cierto. Los cambios no están dados por las nuevas normatividades o por las nuevas constituciones, las constituciones son un acuerdo para señalar un camino de mediano y de largo plazo, para producir unos cambios en la sociedad y para tomar unas nuevas iniciativas sin que se produzcan rupturas”, sostuvo el abogado y político.

Agregando que los cambios que se dan en una constitución nunca son suficientes para satisfacer los deseos de todos los sectores de la ciudadanía. De manera que, para satisfacer las necesidades de todos los colombianos, habría que reescribir la Constitución semanalmente.

Esta fue una de las múltiples entrevistas que Capital hará en su especial “30 años de la Constitución del 91, la promesa congelada”, indagando respecto a los retos, pormenores, aciertos e historias que engloban a la constitución que en la actualidad nos rige y a la que aún le faltan muchos retos por superar: la Constitución Política de 1991.

Conéctate al especial de Capital para ver la entrevista completa.

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