Fotografía tomada de la Universidad Javeriana.

“30 años de la Constitución del 91, la promesa congelada” es el nuevo especial de Capital, el cual busca conmemorar los 30 años del nacimiento de la Constitución Política de 1991, entrevistando aquellas personas que vivieron de primera mano el proceso de creación de la carta magna de nuestro país.

En esta oportunidad, nos acompañó el constituyente y abogado, Gustavo Zafra Roldán, para contarnos desde su perspectiva lo positivo, lo negativo, los retos y lo que aún le falta por cumplir a la que, a nuestros días, sigue siendo nuestra constitución: la Constitución Política de 1991.

El contexto en el que se da la constituyente obedecía a un cúmulo de circunstancias que sumadas pedían a gritos una nueva constitución, con factores como la falta de credibilidad en las instituciones del Estado, el debilitamiento de las altas cortes y la ola de violencia acaecida por el narcotráfico y el conflicto armado.

“Era un escenario con algunas semejanzas con lo que estamos viviendo hoy, 30 años después: una falta de credibilidad de muchas de las instituciones del Estado. En ese entonces, particularmente el Congreso, tenía un rechazo muy grande de la opinión pública y por supuesto, colateralmente, también el Ejecutivo; es decir, la Presidencia de la época ya que le había tocado enfrentar todo ese terrorismo del narcotráfico”, sostuvo Zafra.

A esa falta de credibilidad de las instituciones, se le sumaba el desprestigio de las altas cortes gracias al fracaso de tres reformas constitucionales que se habían intentado en los años 1974, 1978 y 1989.

Ya en el año 1991 el decreto que convocó a la Asamblea Constituyente fue aprobado por la Corte Suprema de Justicia y esto dio paso a la creación de la constitución de la que hizo parte el abogado Gustavo Zafra, quien en ese entonces “era fundamentalmente un profesor de universidad”.

¿Qué papel tuvieron los jóvenes en la Constitución de 1991?

“La juventud influyó mucho, sobre todo la de las universidades de todo el país, con el proyecto «Todavía podemos salvar a Colombia» y en eso hay que hacerle el reconocimiento a Fernando Carrillo, quien era profesor en esa época del Rosario, de los Andes y de la Javeriana, quienes jugaron un papel muy importante en la convocatoria a la marcha del silencio, que fue unos días después de la muerte de Galán”, respondió Zafra.

El problema para el abogado y constituyente se encontró cuando los estudiantes no presentaron una sola lista y se dispersaron, debilitando el movimiento juvenil que, aunque era sólido en materia de ideales, le faltaba fortalecimiento en cuanto a organización.

¿Cuál fue uno de los mayores aciertos del proceso constituyente?

Zafra, como un gran número de nuestros invitados, concuerda en que uno de las mayores ventajas del proceso constituyente fue la diversidad de grupos sociales e ideologías que hicieron parte del proceso, lo que enriqueció mucho a la Constitución y que además evitó que partido o movimiento político alguno tuviera mayoría en la Asamblea.

Lo fundamental fue el pluralismo, el respeto a la diversidad, porque estuvieron los sectores indígenas, campesinos, sindicales, los grupos de la Unión Patriótica que representaba a las izquierdas y, aun cuando en la lista del M-19 no todos habían sido desmovilizados, había mucho intelectual, mucho profesional y académico por parte de ese grupo guerrillero”, narró.

¿Hace falta una nueva constitución?   

A causa de la difícil situación por la que atraviesa Colombia en materia económica, política y social, desde diferentes sectores políticos y sociales se ha sugerido la idea de reformar la Constitución de 1991 como un intento de cambiar un poco la situación actual del país y de buscar mejores horizontes.

El constituyente Gustavo Zafra opinó al respecto: “Si una sociedad nueva cree que le debe hacer ajustes a la Constitución vía Congreso, vía referendo o vía Asamblea Constituyente está en todo su derecho. No es fácil por las mayorías que se necesitan y el trámite que se necesita en el Congreso”.

Agregando que, en el caso hipotético que se reforme la Constitución, le gustaría que el país tome de ejemplo al caso chileno; la mitad mujeres. Un proceso constituyente que, a diferencia del de Colombia en 1991 que tenía cuatro mujeres entre 74 constituyentes, presenta paridad de género en las listas. Y, asimismo, desearía mayor participación de las comunidades afro y palenquera y LGBT.

Esta fue una de las múltiples entrevistas que Capital hará en su especial “30 años de la Constitución del 91, la promesa congelada”, indagando respecto a los retos, pormenores, aciertos e historias que engloban a la constitución que en la actualidad nos rige y a la que aún le faltan muchos retos por superar: la Constitución Política de 1991.

Conéctate al especial de Capital para ver la entrevista completa.

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