Si eres de los que creció viendo cuentos de hadas donde una pareja dura para siempre y la mujer debe corresponder al príncipe que la rescata, quizá caíste en la red de un amor romántico” que no existe, así lo plantea Carol Ann Figueroa en Sin Excepciones de Mesa Capital.
Según estadísticas de la Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económico, el matrimonio es cada vez menos atractivo para las parejas.
La OCDE asegura que la gente ya no se casa porque es difícil tener un trabajo estable y bien remunerado, además de no querer perder libertades individuales.
“El amor romántico tiene una cosa muy peligrosa y es que hablamos de él como hablamos del capitalismo de las cosas: “te robé el corazón, vas a ser solo mío, vas a ser solo mía”, y ese terreno no le corresponde al amor”, manifestó Vanessa Severino, gestora cultural.
Cuando hay diversidad de parejas sexuales, quizá la promesa de estar juntos para siempre se desdibuja.
La fidelidad, la posesión, el “tener al otro” es uno de los temas que rige a la monogamia y va de la mano con una construcción religiosa y un sistema económico.
“La infidelidad ha existido toda la vida, las abuelas fueron las que se vieron más sacrificadas por ese amor romántico”, dijo Vanessa Severino, gestora cultural.
Aguantar malos tratos por tener un hogar monógamo y duradero para los hijos es uno de los principios mandados a recoger y que incentivó a las parejas a ser poliamorosas y ser claros con sus sentimientos.
“Se trata de ser una persona honesta, si yo no tengo tiempo, o no me siento emocionalmente preparada para tener una relación o no tengo tiempo, pues se lo digo a la persona y ya, le doy la posibilidad de escoger si está conmigo en una relación abierta o no”, ratificó Canela Bayona, creadora de contenidos y periodista.
Así como hay diversidad sexual, también hay múltiples formas de amar, pero se unen en la libertad de expresión y el sentirse bien consigo mismo.
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